Mejores prácticas
¿Los consumidores realmente pagarán más por cosméticos sostenibles? Los números reales.

Puntos clave
- El 47 % de los consumidores globales dicen que están dispuestos a pagar más por belleza sostenible. 
- La Generación Z y los Millennials están estableciendo un nuevo estándar de precios con más del 70 % preparado para gastar más. 
- La certificación y la transparencia son palancas importantes para la confianza y el poder de fijación de precios. 
- Herramientas como Devera ayudan a las marcas a cumplir con estas expectativas al tiempo que cumplen con las nuevas regulaciones de la UE. 
Hace unos años, preguntar a alguien si pagarían extra por un producto de belleza más sostenible podría haber sido recibido con una ceja levantada. Pero avanzando rápido a 2025, y la pregunta ya no es si pagarán más, sino cuánto más están dispuestos a gastar.
Según la encuesta 2024 Voice of the Consumer de PwC, el 80 % de los consumidores globales declaran que pagarían un sobreprecio por productos sostenibles. En belleza específicamente, ese número sigue siendo fuerte. Un estudio global de YouGov en 17 países reveló que el 47 % de las personas están dispuestas a gastar más en cosméticos y artículos de cuidado personal sostenibles.
“Los consumidores están sintiendo cada vez más la presión de la inflación... sin embargo, aun así citan una disposición a pagar un 9.7 % más por sostenibilidad.” Sabine Durand‑Hayes, Líder Global de Mercados de Consumo, PwC.

Este cambio no solo es impulsado por la conciencia ambiental, sino también por las crecientes expectativas. Las generaciones más jóvenes están liderando esta transformación. En los EE. UU., el 56.2 % de la Generación Z dice que pagaría más por productos de belleza eco-conscientes, una tendencia amplificada por plataformas de redes sociales como TikTok. De hecho, cuando combinas la Generación Z con los Millennials, el 73 % expresa disposición a gastar extra en alternativas sostenibles en todas las categorías.
¿Por qué los consumidores están dispuestos a pagar más?
Las motivaciones son variadas. Está el lado emocional, el cuidado del planeta y la responsabilidad social, pero también una expectativa creciente de que los productos comercializados como sostenibles cumplirán con estándares de mayor calidad y seguridad. Según NSF, el 45 % de los consumidores estadounidenses son más propensos a pagar más si el producto es certificado orgánico.
De manera similar, un informe de tendencias de Natrue muestra que el 85 % de los compradores están dispuestos a pagar un premio si la eficacia del producto está probada. Esto sugiere que la sostenibilidad por sí sola no cierra la venta, el rendimiento aún importa.
Otro factor clave es la transparencia. Con la directiva de Green Claims de la UE ahora en vigor, las marcas están siendo empujadas a sustentar cada afirmación de sostenibilidad que hacen. Esta regulación ya está moldeando cómo las empresas se comunican con los consumidores y establecen sus precios.
Iniciativas como el Índice del Hogar de Leroy Merlin y el sistema Eco-score de L’Oreal apuntan a un futuro donde la sostenibilidad del producto no es solo un atributo agradable de tener, sino visible y medible.
El límite de precio: ¿cuánto es demasiado?
A pesar del entusiasmo, todavía hay un límite a lo que los consumidores están dispuestos a pagar. Múltiples estudios indican que la mayoría de los consumidores se sienten cómodos pagando alrededor de 10 a 12 % más por productos sostenibles. En el caso de los cosméticos, el 23 % de las personas están bien con un aumento de precio del 10 %, mientras que solo el 11 % toleraría un aumento del 25 %.

Esta brecha entre intención y acción es importante. Aunque muchos dicen que les importa, la conversión cae significativamente cuando el sobreprecio supera las expectativas. En Alemania, por ejemplo, más de la mitad de los que evitan cosméticos naturales u orgánicos citan el precio como el principal obstáculo.
Para convertir intención en compra, las marcas necesitan comunicar valor junto con el impacto. Eso significa emparejar la sostenibilidad con elementos como el rendimiento del producto, la seguridad de los ingredientes y la prueba social. Aquí es donde entran en juego las certificaciones, los Eco-scores verificados y la validación de terceros.
La transparencia en tiempo real marca la diferencia
Para ayudar a las marcas a navegar este panorama, plataformas como Devera facilitan calcular y mostrar el impacto ambiental de un producto directamente en sitios de comercio electrónico. A través de Evaluaciones del Ciclo de Vida (ACV) impulsadas por IA, Devera automatiza los cálculos de huella de carbono en las seis fases, desde materias primas hasta el final de la vida útil, y compara cada producto con los puntos de referencia de la industria.
Esto ayuda a las empresas a cumplir con los requisitos regulatorios como la directiva de Green Claims mientras ofrecen a los consumidores datos de sostenibilidad transparentes y verificables. Las marcas pueden mostrar este impacto con el widget de comercio electrónico de Devera, ofreciendo un sello y una Puntuación de Impacto por producto para apoyar las decisiones de compra.
Más que solo cumplimiento, esta estrategia construye confianza y conversión. De hecho, el 80 % de los consumidores dice que es más probable que compren si el producto muestra claramente sus beneficios de sostenibilidad.
¿Qué significa esto para las marcas de belleza?
El segmento de belleza prémium está evolucionando. Las previsiones muestran que el mercado mundial de cosméticos prémium alcanzará casi 240 mil millones de dólares para 2030, con el posicionamiento limpio y ecológico como palancas claves de crecimiento. Esto significa que la sostenibilidad ya no es una preocupación de nicho, está convirtiéndose en el costo de entrada.
Para las marcas que desean liderar este espacio, simplemente ser “natural” ya no es suficiente. El consumidor de hoy quiere pruebas. Desde etiquetas de carbono hasta informes completos de ACV, las marcas que prosperen en 2025 serán las que conviertan sus esfuerzos ambientales en afirmaciones claras y cuantificables.
En este nuevo panorama, sostenible equivale a prémium, pero prémium ahora significa transparente, trazable y verdaderamente impactante.
Preguntas frecuentes
¿Realmente la Generación Z está dispuesta a pagar más por cosméticos sostenibles?
Sí. Más del 56 % de la Generación Z en los EE. UU. dice que gastaría más en belleza eco-consciente y el 73 % de la Generación Z y los Millennials a nivel global expresa disposición a pagar un sobreprecio.
¿Cuánto más pagarán los consumidores por belleza sostenible?
Alrededor del 10 a 12 % en promedio. Algunos pagarán hasta un 25 % más, pero la conversión cae a medida que los precios aumentan.
¿La sostenibilidad por sí sola justifica precios más altos?
No del todo. El 85 % de los compradores dice que pagarán más si la sostenibilidad viene acompañada de eficacia probada del producto.
¿Cómo pueden las marcas demostrar su impacto?Utilizando herramientas comoDevera para medir la huella de carbono con la metodología ACV y mostrar Puntuaciones de Impacto en las páginas de producto.
Puntos clave
- El 47 % de los consumidores globales dicen que están dispuestos a pagar más por belleza sostenible. 
- La Generación Z y los Millennials están estableciendo un nuevo estándar de precios con más del 70 % preparado para gastar más. 
- La certificación y la transparencia son palancas importantes para la confianza y el poder de fijación de precios. 
- Herramientas como Devera ayudan a las marcas a cumplir con estas expectativas al tiempo que cumplen con las nuevas regulaciones de la UE. 
Hace unos años, preguntar a alguien si pagarían extra por un producto de belleza más sostenible podría haber sido recibido con una ceja levantada. Pero avanzando rápido a 2025, y la pregunta ya no es si pagarán más, sino cuánto más están dispuestos a gastar.
Según la encuesta 2024 Voice of the Consumer de PwC, el 80 % de los consumidores globales declaran que pagarían un sobreprecio por productos sostenibles. En belleza específicamente, ese número sigue siendo fuerte. Un estudio global de YouGov en 17 países reveló que el 47 % de las personas están dispuestas a gastar más en cosméticos y artículos de cuidado personal sostenibles.
“Los consumidores están sintiendo cada vez más la presión de la inflación... sin embargo, aun así citan una disposición a pagar un 9.7 % más por sostenibilidad.” Sabine Durand‑Hayes, Líder Global de Mercados de Consumo, PwC.

Este cambio no solo es impulsado por la conciencia ambiental, sino también por las crecientes expectativas. Las generaciones más jóvenes están liderando esta transformación. En los EE. UU., el 56.2 % de la Generación Z dice que pagaría más por productos de belleza eco-conscientes, una tendencia amplificada por plataformas de redes sociales como TikTok. De hecho, cuando combinas la Generación Z con los Millennials, el 73 % expresa disposición a gastar extra en alternativas sostenibles en todas las categorías.
¿Por qué los consumidores están dispuestos a pagar más?
Las motivaciones son variadas. Está el lado emocional, el cuidado del planeta y la responsabilidad social, pero también una expectativa creciente de que los productos comercializados como sostenibles cumplirán con estándares de mayor calidad y seguridad. Según NSF, el 45 % de los consumidores estadounidenses son más propensos a pagar más si el producto es certificado orgánico.
De manera similar, un informe de tendencias de Natrue muestra que el 85 % de los compradores están dispuestos a pagar un premio si la eficacia del producto está probada. Esto sugiere que la sostenibilidad por sí sola no cierra la venta, el rendimiento aún importa.
Otro factor clave es la transparencia. Con la directiva de Green Claims de la UE ahora en vigor, las marcas están siendo empujadas a sustentar cada afirmación de sostenibilidad que hacen. Esta regulación ya está moldeando cómo las empresas se comunican con los consumidores y establecen sus precios.
Iniciativas como el Índice del Hogar de Leroy Merlin y el sistema Eco-score de L’Oreal apuntan a un futuro donde la sostenibilidad del producto no es solo un atributo agradable de tener, sino visible y medible.
El límite de precio: ¿cuánto es demasiado?
A pesar del entusiasmo, todavía hay un límite a lo que los consumidores están dispuestos a pagar. Múltiples estudios indican que la mayoría de los consumidores se sienten cómodos pagando alrededor de 10 a 12 % más por productos sostenibles. En el caso de los cosméticos, el 23 % de las personas están bien con un aumento de precio del 10 %, mientras que solo el 11 % toleraría un aumento del 25 %.

Esta brecha entre intención y acción es importante. Aunque muchos dicen que les importa, la conversión cae significativamente cuando el sobreprecio supera las expectativas. En Alemania, por ejemplo, más de la mitad de los que evitan cosméticos naturales u orgánicos citan el precio como el principal obstáculo.
Para convertir intención en compra, las marcas necesitan comunicar valor junto con el impacto. Eso significa emparejar la sostenibilidad con elementos como el rendimiento del producto, la seguridad de los ingredientes y la prueba social. Aquí es donde entran en juego las certificaciones, los Eco-scores verificados y la validación de terceros.
La transparencia en tiempo real marca la diferencia
Para ayudar a las marcas a navegar este panorama, plataformas como Devera facilitan calcular y mostrar el impacto ambiental de un producto directamente en sitios de comercio electrónico. A través de Evaluaciones del Ciclo de Vida (ACV) impulsadas por IA, Devera automatiza los cálculos de huella de carbono en las seis fases, desde materias primas hasta el final de la vida útil, y compara cada producto con los puntos de referencia de la industria.
Esto ayuda a las empresas a cumplir con los requisitos regulatorios como la directiva de Green Claims mientras ofrecen a los consumidores datos de sostenibilidad transparentes y verificables. Las marcas pueden mostrar este impacto con el widget de comercio electrónico de Devera, ofreciendo un sello y una Puntuación de Impacto por producto para apoyar las decisiones de compra.
Más que solo cumplimiento, esta estrategia construye confianza y conversión. De hecho, el 80 % de los consumidores dice que es más probable que compren si el producto muestra claramente sus beneficios de sostenibilidad.
¿Qué significa esto para las marcas de belleza?
El segmento de belleza prémium está evolucionando. Las previsiones muestran que el mercado mundial de cosméticos prémium alcanzará casi 240 mil millones de dólares para 2030, con el posicionamiento limpio y ecológico como palancas claves de crecimiento. Esto significa que la sostenibilidad ya no es una preocupación de nicho, está convirtiéndose en el costo de entrada.
Para las marcas que desean liderar este espacio, simplemente ser “natural” ya no es suficiente. El consumidor de hoy quiere pruebas. Desde etiquetas de carbono hasta informes completos de ACV, las marcas que prosperen en 2025 serán las que conviertan sus esfuerzos ambientales en afirmaciones claras y cuantificables.
En este nuevo panorama, sostenible equivale a prémium, pero prémium ahora significa transparente, trazable y verdaderamente impactante.
Preguntas frecuentes
¿Realmente la Generación Z está dispuesta a pagar más por cosméticos sostenibles?
Sí. Más del 56 % de la Generación Z en los EE. UU. dice que gastaría más en belleza eco-consciente y el 73 % de la Generación Z y los Millennials a nivel global expresa disposición a pagar un sobreprecio.
¿Cuánto más pagarán los consumidores por belleza sostenible?
Alrededor del 10 a 12 % en promedio. Algunos pagarán hasta un 25 % más, pero la conversión cae a medida que los precios aumentan.
¿La sostenibilidad por sí sola justifica precios más altos?
No del todo. El 85 % de los compradores dice que pagarán más si la sostenibilidad viene acompañada de eficacia probada del producto.
¿Cómo pueden las marcas demostrar su impacto?Utilizando herramientas comoDevera para medir la huella de carbono con la metodología ACV y mostrar Puntuaciones de Impacto en las páginas de producto.